En medio de la temporada de calor del 2024, es crucial recordar el desastroso legado del año pasado en Nuevo León, donde las autoridades, encabezadas por el gobernador Samuel García, parecían más interesadas en negar la tragedia que en enfrentarla. En el 2023, esta entidad se vio sumida en un caos mortal, con 102 personas pereciendo por golpes de calor, un número solo superado por Sonora.
Una Realidad Abrasadora Ignorada
Los informes oficiales de la Secretaría de Salud revelaron una escalofriante lista de cifras: 102 muertes, 1,102 casos atendidos. Estos números pintan un cuadro desolador de la situación en Nuevo León durante la temporada de calor del año pasado. Mientras el calor se cobraba vidas, el gobernador García parecía más interesado en mantener una fachada de normalidad que en abordar la crisis.
Negación y Desatención de Samuel
Mientras las autoridades en otros lugares asumían la responsabilidad y tomaban medidas para proteger a sus ciudadanos del calor extremo, Samuel García y su administración parecían más preocupados por su imagen que por la vida de sus conciudadanos. Mientras tanto, las cifras seguían aumentando: 89 muertes por golpe de calor, 13 por deshidratación. Y, sin embargo, el gobierno apenas parpadeaba.
El Precio de la Indiferencia
¿Qué costo tiene la indiferencia? En Nuevo León, significó vidas perdidas y familias destrozadas. Mientras el resto del país luchaba contra las altas temperaturas, Nuevo León lideraba las estadísticas, tanto en muertes como en casos atendidos. Pero para el gobierno de Samuel García, parecía ser solo otro dato estadístico, no vidas humanas en juego.
Una Llamada de Atención Urgente
Ahora, en la temporada de calor del 2024, es imperativo que las autoridades, incluido el gobernador Samuel García, tomen medidas concretas para evitar una repetición de la tragedia del año pasado. La población de Nuevo León merece más que negaciones y excusas vacías. Merecen acciones concretas para proteger sus vidas y su bienestar en medio del calor implacable.
