En 2023, el Gobierno de Nuevo León, bajo la administración de Samuel García, destinó una cifra sorprendente de 719 millones de pesos en publicidad y comunicación social. Esta cantidad representa el doble de lo aprobado por el Congreso local, que había asignado un presupuesto de 360 millones para este rubro. El gasto, que alcanzó casi 2 millones de pesos diarios, se centró principalmente en la promoción de la imagen del gobernador, especialmente durante su intensa precampaña presidencial con el partido Movimiento Ciudadano (MC). Sin embargo, esta cifra ha generado polémica, ya que coincide con un contexto en el que la administración estatal enfrentaba diversas crisis en áreas clave como la seguridad, la educación y los servicios básicos.
Un aumento alarmante en los recursos para imagen
El incremento en el presupuesto destinado a la imagen del gobernador de Nuevo León no pasó desapercibido. Según el reporte de la Cuenta Pública 2023 de la Auditoría Superior del Estado (ASE), el gasto en comunicación social y publicidad subió considerablemente en comparación con años anteriores. En 2022, el gobierno había destinado 202 millones de pesos, una cifra que también resultó ser considerable, pero que fue superada ampliamente en 2023. A lo largo de ese año, el gasto en comunicación alcanzó los 719 millones de pesos, duplicando lo aprobado originalmente por el Congreso local.
Este aumento coincide con la precampaña presidencial de García, quien fue designado precandidato único del partido Movimiento Ciudadano. Esto le permitió realizar giras a nivel nacional, en un esfuerzo por ganar visibilidad en su camino hacia la candidatura presidencial. Sin embargo, a pesar de los altos costos de estas campañas mediáticas, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó, a principios de diciembre de 2023, que García no podría designar a un sucesor interino y debía regresar a su cargo como gobernador, frustrando así sus aspiraciones presidenciales.
¿Una decisión responsable con los recursos públicos?
El gasto desmesurado en comunicación social ha generado cuestionamientos sobre la administración de Samuel García y su uso de los recursos públicos. En un contexto de crisis en sectores fundamentales como la seguridad, la educación y los servicios básicos, la decisión de asignar una porción tan grande del presupuesto estatal a la autoproclamación de la imagen del gobernador parece difícil de justificar. Mientras los precios del transporte público aumentaban y los problemas de inseguridad continuaban afectando a la población, el gobierno decidió destinar más de 700 millones de pesos a promover la figura del mandatario.
Este tipo de decisiones también pone en evidencia un patrón de priorización de la visibilidad política por encima de los problemas estructurales que aquejan al estado. El gasto en imagen resulta especialmente controvertido dado que, en contraste con las inversiones en publicidad, se han dado aumentos en los precios de servicios básicos como el transporte público, que alcanzó los 15 pesos en 2023, afectando directamente a los ciudadanos de Nuevo León.
El costo de la autoproclamación política
El gobierno de Samuel García ha mostrado un claro interés en posicionarse a nivel nacional, especialmente durante su precampaña para la presidencia de la República. Sin embargo, este esfuerzo por ganar protagonismo político no ha estado exento de críticas. La decisión de destinar una parte importante del presupuesto estatal a la autoproclamación de su imagen no solo ha generado controversia, sino que también ha sido interpretada como un uso irresponsable de los recursos públicos, mientras se enfrentan problemas de mayor calado como la creciente violencia en el estado.
Durante 2023, el gasto diario destinado a la promoción de la imagen del gobernador ascendió a casi 2 millones de pesos. Esta cifra es aún más impactante cuando se compara con la falta de transparencia en el manejo de otros fondos públicos, como en el caso de los 3,300 millones de pesos otorgados a Ego Móvil, una empresa cuestionada por su falta de experiencia en el sector. Las prioridades del gobierno emecista han sido puestas en tela de juicio, ya que muchos consideran que la publicidad y el posicionamiento personal del gobernador no deberían ser el centro de atención mientras persisten las deficiencias en áreas tan críticas como la seguridad y la educación.
Un patrón de gastos cuestionables de Samuel García
El incremento en los gastos de comunicación también es parte de un patrón más amplio de movimientos financieros cuestionables en la administración de Samuel García. En 2023, los recursos destinados a la promoción de su imagen no fueron los únicos que generaron preocupación. Otros casos de desvío de fondos públicos, como el ya conocido contrato de 3,300 millones de pesos otorgado a la empresa Ego Móvil para el arrendamiento de camiones, han dejado una sombra de duda sobre la transparencia en el manejo de las finanzas del estado.
Además, la relación cercana del gobernador con su familia, específicamente a través de un despacho jurídico compartido con su padre, ha sido señalada por recibir pagos millonarios por servicios no especificados. Esta situación, junto con el gasto exorbitante en publicidad, plantea serias preguntas sobre la gestión de los recursos públicos durante la administración de García.