Los municipios rurales de Nuevo León enfrentan un escenario complicado. Con bajos recursos y altos costos operativos, estos municipios apenas logran cubrir servicios esenciales como alumbrado público, seguridad y recolección de basura.
La asignación de recursos federales para estas zonas, aunque significativa en porcentaje de sus ingresos, sigue siendo insuficiente frente a sus necesidades diarias. La falta de recursos propios debido a una escasa recaudación de impuestos como el predial, obliga a estas administraciones a depender de las participaciones federales casi en su totalidad.
En 2025, se estima que Nuevo León recibirá una bolsa de 11 mil 758 millones 213 mil pesos del Fondo de Participaciones Federales, la cual deberá distribuirse entre las 51 demarcaciones del estado. Sin embargo, esta suma, al ser distribuida, otorga cantidades reducidas a los municipios rurales, que dependen en un 90% de estos fondos. Las ciudades metropolitanas, en cambio, cuentan con mayores ingresos propios, permitiéndoles solventar sus necesidades y administrar un porcentaje más bajo de sus gastos en recursos federales.
Municipios como General Treviño, con un crecimiento del 41% en población, proyectan recibir solo 18 millones 166 mil pesos, lo que apenas cubre los gastos básicos. En contraste, ciudades como Monterrey y San Pedro obtendrán sumas millonarias del mismo fondo, exacerbando la desigualdad entre las zonas urbanas y rurales.
Ingresos Limitados, Costos Altos y Dependencia de Recursos Federales
La limitada recaudación en los municipios rurales de Nuevo León genera una dependencia crucial de las participaciones federales. Con ingresos provenientes mayormente de este fondo, la sostenibilidad de los servicios básicos depende en gran medida de los recursos federales y estatales. Por ejemplo, en General Treviño, solo un 10% de los ingresos proviene de recursos propios y de las partidas estatales. Esta cifra es una clara muestra de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los municipios rurales, especialmente los ubicados en la zona norte del estado, donde la recaudación de impuestos es mínima.
Según la Auditoría Superior del Estado, en 2021, el gasto de funcionamiento de General Treviño alcanzó los 22 millones 416 mil 62 pesos. Estos fondos fueron destinados principalmente a cubrir salarios, prestaciones, servicios básicos, y mantenimiento de instalaciones municipales. El monto de remesas, que representa un ingreso adicional en estos municipios, apenas alcanzó los 2 mil 304 dólares, una cifra que no marca una diferencia significativa en sus finanzas.
En los municipios rurales, los gastos prioritarios incluyen:
- Remuneraciones y prestaciones del personal.
- Servicios básicos, como electricidad y agua.
- Combustible y mantenimiento de equipos y vehículos municipales.
- Reparación y conservación de instalaciones.
- Contratación de servicios profesionales y médicos para atender las necesidades de la comunidad.
Esta lista de obligaciones obliga a los alcaldes rurales a operar con limitaciones, afectando la calidad de los servicios públicos en estas comunidades.
Desigualdad en recursos metropolitanos
La brecha de ingresos entre los municipios rurales y los metropolitanos de Nuevo León es notable. Mientras que General Treviño y otros municipios rurales deben ajustar sus presupuestos para cubrir servicios básicos, Monterrey, San Pedro, Apodaca y San Nicolás obtienen cuantiosos recursos que les permiten ofrecer servicios públicos de calidad. Monterrey, por ejemplo, recibirá aproximadamente 2 mil 979 millones 297 mil pesos en 2025. Estos fondos permitirán a la capital del estado mantener sus servicios de seguridad, recolección de basura y alumbrado público sin mayores inconvenientes.
San Pedro, considerado uno de los municipios más ricos de México, tiene una proyección de ingresos cercana a los mil 549 millones 630 mil pesos, a los que se suman mil 532 millones 598 mil pesos provenientes de la recaudación predial. Con estos ingresos, San Pedro puede cumplir sus compromisos sin necesidad de depender del Fondo de Participaciones Federales.
Por otro lado, en municipios rurales, el alto costo de algunos servicios se convierte en una carga adicional. La compra de patrullas o unidades de seguridad, por ejemplo, es una inversión considerable que en localidades como General Treviño representaría la mitad de sus participaciones federales. Para un municipio rural, donde se proyecta recibir 18 millones 166 mil pesos, adquirir una flota de patrullas se convierte en un gasto casi inalcanzable, impactando negativamente en la seguridad de los habitantes.
Reformas para Mayor Distribución de Recursos Federales a Municipios
Para reducir esta disparidad, los diputados del Congreso de Nuevo León proponen una reforma a la Ley de Coordinación Hacendaria. Este cambio aumentaría la bolsa del Fondo de Participaciones Federales de 11 mil 758 millones 213 mil pesos a 16 mil 760 millones 783 mil pesos, incrementando el porcentaje destinado a los municipios del 20% al 30% del total estatal.
De implementarse esta reforma, cada municipio recibiría un bono de 20 millones de pesos adicionales, lo cual aliviaría la carga financiera de los municipios rurales. General Treviño, por ejemplo, incrementaría sus recursos de 18 millones 166 mil pesos a 42 millones 809 mil pesos. Monterrey, con esta reforma, vería un incremento de sus participaciones a 3 mil 885 millones 116 mil pesos, mientras que San Pedro recibiría un aumento a mil 868 millones 952 mil pesos.
Este incremento podría traducirse en mejoras en la prestación de servicios básicos en los municipios más necesitados. Sin embargo, la propuesta aún enfrenta desafíos en su aprobación y ejecución, lo cual deja en la incertidumbre la posible mejora en la equidad de los recursos federales.