La llegada del otoño trae consigo un evento natural impresionante: la migración de la emblemática Mariposa Monarca. Este fenómeno, que se repite año tras año, no solo es un espectáculo visual, sino también una celebración de la biodiversidad y la conexión entre el ser humano y la naturaleza. En los próximos días, se espera que cientos de mariposas monarcas atraviesen la ciudad de Monterrey en su camino hacia Michoacán, donde se establecerán durante el invierno. Para aquellos que deseen experimentar de cerca este fenómeno, el Festival de Migración de la Mariposa Monarca se presenta como una oportunidad única.
El festival, que tendrá lugar el próximo 10 de noviembre en el Parque Ecológico Chipinque, promete ofrecer una experiencia inolvidable para los asistentes. Este evento no solo celebra la migración de las mariposas, sino que también tiene como objetivo educar a la comunidad sobre la importancia de proteger los hábitats de estos fascinantes insectos y la biodiversidad que les rodea. Durante el festival, los visitantes podrán disfrutar de una variedad de actividades diseñadas para toda la familia, incluyendo talleres educativos, exposiciones y presentaciones artísticas que resaltan la belleza y la fragilidad de la naturaleza.
Celebración de la Mariposa Monarca
La Mariposa Monarca es uno de los insectos más reconocibles y estudiados en el mundo, gracias a sus impresionantes alas naranjas con bordes negros y puntos blancos. Esta mariposa no solo es hermosa, sino que también es conocida por su increíble capacidad de migrar. Durante su migración, las monarcas recorren distancias de hasta 5,000 kilómetros, un viaje que las lleva desde sus lugares de reproducción en los Estados Unidos y Canadá hasta los bosques de oyamel en Michoacán, donde pasan el invierno.
El recorrido migratorio de las monarcas las lleva a través de varios estados mexicanos, incluyendo Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León, Querétaro, Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes, Estado de México, Hidalgo y Michoacán. Sin embargo, también se han observado en otros estados como Sonora, Durango, Jalisco, Baja California, Chihuahua, Morelos, Puebla, Veracruz, la Ciudad de México y Tlaxcala, aunque en menor cantidad.
Esta travesía no solo es crucial para la supervivencia de la especie, sino que también destaca la importancia de la conservación del algodoncillo, la planta que sirve de alimento para las larvas de la mariposa monarca. Sin algodoncillo, no hay mariposas monarcas. Esta dependencia subraya la necesidad de proteger los ecosistemas donde crece esta planta, asegurando así la supervivencia de la mariposa.
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