Cerca de 500 maestros jubilados de la Sección 50 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se manifestaron afuera del Palacio de Gobierno para exigir al Estado el cumplimiento de una serie de demandas que afectan directamente su calidad de vida, especialmente en lo relacionado con el incremento de sus pensiones y el pago de un bono que ha sido retrasado. Los jubilados, organizados por el sindicato, expresaron su descontento por la falta de respuesta a sus peticiones y decidieron tomar acciones directas para visibilizar su situación.
Con una mesa de firmas instalada en la parte exterior del Palacio de Gobierno, los maestros colocaron un documento oficial que fue entregado personalmente en la Oficialía de Partes. El contenido del escrito, que incluía el nombre y número de jubilado de cada uno de los docentes, fue firmado por los manifestantes, quienes, además de exigir el aumento de pensiones, solicitaron el pago del Bono de Jubilado que se les adeuda desde principios de año.
La protesta se llevó a cabo en un ambiente de organización y disciplina. Los jubilados se alinearon en una fila que comenzó en la explanada del Palacio de Gobierno y se extendió a lo largo de la calle Juan Ignacio Ramón, dando cuatro vueltas completas a la Explanada Cultural. La imagen de la fila en forma de caracol fue una representación visual impactante de la cantidad de maestros que, después de décadas de trabajo, aún luchan por sus derechos.
Demandas de maestros por aumento de pensión y bono pendiente
En el oficio entregado, los maestros exigieron que se cumpla con el ajuste salarial que les corresponde por ley, ya que este se calcula en función del aumento que reciben los maestros en activo y la inflación del año. El oficio de los jubilados, firmado por cada uno de los docentes, subraya que este ajuste se ha demorado y esperan que el retroactivo, que debería haberse aplicado desde enero de 2024, se pague lo antes posible. Los maestros no solo piden que el pago se realice de inmediato, sino que también insisten en que se haga antes de que termine el presente año, para que el ajuste impacte directamente en el cálculo del aguinaldo.
La maestra Martha Ponce de León, quien trabajó durante 30 años en el sistema educativo, se mostró visiblemente molesta por la situación. “Ya estamos en noviembre, ¿si no nos pagan ahora, cuándo nos van a dar el ajuste salarial que se debió aplicar desde principios de año?”, cuestionó Ponce de León, quien también destacó que a los maestros activos ya se les había otorgado un aumento acorde a la inflación, pero los jubilados aún no habían recibido ningún tipo de ajuste.
Retraso en el pago del bono de maestros jubilados
Uno de los puntos más preocupantes de la manifestación fue el reclamo del Bono del Jubilado, un pago que tradicionalmente se realiza cada año y que en esta ocasión se encuentra con un retraso significativo. El bono, que es de 1,200 pesos, es una de las prestaciones que los jubilados reciben como parte de su retiro, sin embargo, según los docentes, no ha sido entregado a pesar de que sus compañeros de la Sección 21, maestros federales, ya recibieron dicho pago. Esta disparidad en el trato entre los jubilados de diferentes secciones del SNTE ha generado un malestar generalizado.
La maestra María Esther Canizales, otra de las docentes presentes en la protesta, expresó con firmeza: “Queremos que nos igualen las prestaciones que tienen los maestros federales. Ellos ya recibieron su bono, pero nosotros seguimos esperando”, subrayó la jubilada, quien también resaltó la importancia de que se respeten los derechos de los trabajadores que dieron su vida al servicio educativo. Canizales, como muchos de sus compañeros, considera que la falta de cumplimiento de estas obligaciones por parte del Estado refleja una falta de respeto hacia los maestros jubilados, quienes, a pesar de no estar en activo, siguen siendo parte fundamental del sistema educativo mexicano.
El compromiso del Estado ante las demandas de los jubilados
Al finalizar la protesta, los maestros entregaron sus oficios en la Oficialía de Partes del Palacio de Gobierno, donde recibieron una copia sellada de cada documento que presentaron. Los funcionarios del Estado que recibieron los papeles se comprometieron a revisar los casos y dar una respuesta a los jubilados en los próximos días. Sin embargo, la incertidumbre sigue presente entre los docentes, quienes temen que sus solicitudes sean nuevamente ignoradas o retrasadas.
Mientras tanto, los maestros jubilados no piensan detener su lucha. Este tipo de manifestaciones, que son una forma de presión para que se atiendan sus demandas, se han vuelto una constante en la vida de los jubilados. La falta de respuesta a sus reclamos a lo largo de los años ha hecho que los docentes se organicen de manera más eficiente y sigan buscando la justicia que, consideran, les corresponde.
A medida que la protesta fue desmantelándose, los maestros se mostraron unidos en su propósito de continuar con sus esfuerzos para asegurar que se les cumpla lo prometido. Muchos de ellos, al igual que la maestra Ponce de León y Canizales, saben que su lucha no es solo por un pago, sino por el reconocimiento del esfuerzo y la dedicación que entregaron a la educación de las nuevas generaciones.
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