Nuevo León continúa siendo uno de los estados más violentos del país, compartiendo el triste título con otras entidades como Guanajuato, el Estado de México y Jalisco. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, cerca de la mitad de los homicidios dolosos en México se concentran en estos siete estados, siendo Nuevo León responsable del 5.4% de estos crímenes.
La situación en Nuevo León
De acuerdo con los datos más recientes, en los primeros 11 meses de 2024, Nuevo León ha sido uno de los estados con mayor incidencia de homicidios dolosos en el país. La información proporcionada por Marcela Figueroa Franco, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, señala que el estado ha contribuido significativamente al total nacional de homicidios dolosos, con una cifra de 5.4% de los homicidios cometidos en todo México.
Esto coloca a la entidad en una posición preocupante, compartiendo este sitio con otras entidades como Guanajuato, Baja California, Estado de México, Chihuahua, Jalisco y Guerrero.
Las cifras son claras: en total, siete estados concentran el 49.5% de los homicidios dolosos en el país. Además de Nuevo León, Guanajuato es el que más contribuye con un 10.3%, seguido de Baja California con 7.9%, Estado de México con 7.6%, Chihuahua con 6.6%, Jalisco con 6% y Guerrero con 5.8%. Estos estados siguen siendo los más afectados por la violencia, lo que refleja la necesidad urgente de implementar medidas más efectivas para frenar la ola de crímenes.
La violencia continúa en el país
A pesar de los esfuerzos para reducir la violencia en diferentes partes del país, los datos indican que la situación sigue siendo grave. En el mes de noviembre de 2024, se registraron 2,234 homicidios dolosos en México, lo que se traduce en un promedio diario de 74.5 víctimas.
Estos números son alarmantes, especialmente si se considera que, a lo largo del año, los meses más violentos han sido junio, con un promedio de 89.2 homicidios diarios, y abril, con 87.2 homicidios diarios. En comparación, los meses con menos homicidios fueron marzo, con 77.9 víctimas diarias, y enero, con 78.5 homicidios diarios.
Este panorama muestra que la violencia no ha dado tregua en el país y, aunque se han logrado avances en algunas áreas, los esfuerzos para reducir los homicidios dolosos aún son insuficientes. La tendencia a la baja que se observa en los datos de los últimos años, con una reducción de -18.1% en el promedio diario de homicidios entre 2019 y 2024, es un indicio de que las políticas implementadas han tenido cierto efecto, aunque aún queda mucho por hacer.
La reducción de homicidios y las medidas necesarias
Si bien los datos muestran una ligera disminución en el promedio de homicidios diarios, con 82.3 homicidios diarios en lo que va de 2024, en comparación con los 88.4 homicidios de 2023, la realidad es que la violencia sigue siendo una de las mayores preocupaciones para los ciudadanos. Este descenso de 6.9% en el promedio anual entre 2023 y 2024 es un reflejo de los esfuerzos, pero también resalta la necesidad de un enfoque más integral para reducir los homicidios y abordar las causas subyacentes de la violencia.
En lo que respecta a las políticas de seguridad, se ha evidenciado que aunque algunos estados y regiones hayan implementado medidas exitosas, la lucha contra la violencia requiere de un trabajo coordinado entre las autoridades locales, estatales y federales. Es imprescindible que las fuerzas de seguridad estén mejor equipadas y que se fortalezcan las políticas de prevención del delito, especialmente en los estados con mayores índices de criminalidad.
La estrategia contra la violencia en el país
La administración de Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha trabajado en diversas estrategias para reducir la violencia en el país. Durante los primeros dos meses de su gobierno, se registró que el 49.7% de los homicidios dolosos también se concentraron en siete estados, lo que muestra que, a pesar de los esfuerzos, la situación sigue siendo compleja. En este contexto, Guanajuato, con el 12% de los homicidios, y Sinaloa, con 7.3%, se destacan como los estados con mayores tasas de homicidios en este periodo.
La lucha contra la violencia en México no solo se enfrenta a un problema de seguridad, sino también a una serie de factores sociales y económicos que alimentan la violencia, como la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso a oportunidades. Combatir estos problemas de raíz es esencial para reducir los homicidios y garantizar una mayor paz y seguridad para la población.
Una situación que aqueja a Nuevo León
Es evidente que, para lograr una reducción significativa en los homicidios y mejorar la seguridad en el país, se deben implementar políticas públicas más eficaces. Es fundamental contar con una colaboración más estrecha entre los distintos niveles de gobierno, tanto en el ámbito estatal como federal, para diseñar estrategias que aborden las causas profundas de la violencia.
Además, se deben mejorar las condiciones de vida de la población, especialmente en las regiones más afectadas por la criminalidad, a través de programas sociales y educativos que fomenten el desarrollo económico y social.
La ciudadanía también juega un papel clave en este proceso. La denuncia de delitos y la participación activa en las estrategias de seguridad son esenciales para fortalecer el trabajo de las autoridades y reducir la impunidad. Asimismo, la confianza en las instituciones de justicia es crucial para garantizar que los responsables de los homicidios sean castigados de acuerdo con la ley y que se prevenga la violencia.
Nuevo León, junto con otros estados de México, sigue siendo uno de los focos de atención debido a la alta tasa de homicidios dolosos. La violencia sigue siendo un desafío importante para el gobierno y la sociedad, y aunque los datos muestran una ligera disminución en el promedio de homicidios, la situación aún requiere de una acción más contundente y coordinada para asegurar la paz y la seguridad en el país. Es fundamental que los esfuerzos para combatir la violencia se mantengan, se fortalezcan y se amplíen, garantizando que cada ciudadano pueda vivir en un entorno más seguro y justo.
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