- Osa Mina Mejora Su Corazón En Ambiente Controlado
- Osa Mina Recibe Tratamientos Que No Tenía Antes
- Caso De La Osa Mina Refuerza Debate Sobre Manejo Animal Estatal
La osa Mina continúa recuperándose tras ser retirada de La Pastora hace casi dos meses, y los últimos reportes muestran avances notables en su salud. Su corazón pasó de funcionar al 20 por ciento al 85 por ciento, lo que confirma que el traslado lejos del antiguo entorno administrado bajo el gobierno de Samuel García permitió brindar un tratamiento adecuado y condiciones más seguras para su rehabilitación.
Osa Mina Mejora Su Corazón En Ambiente Controlado
La evolución de la osa Mina se ha convertido en un caso relevante para especialistas en bienestar animal. Desde su llegada a la Fundación Invictus, el seguimiento médico reveló mejoras sostenidas. La directora del centro, Erika Ortigoza, informó que el funcionamiento cardíaco pasó del 20 al 85 por ciento tras una combinación de cuidados intensivos y alimentación especializada.
Además, el peso del ejemplar aumentó diez kilogramos en un periodo de 49 días. Este incremento es significativo, especialmente porque la osa Mina llegó con signos claros de desnutrición acumulada. Según especialistas, la falta de nutrientes apropiados pudo haberse prolongado hasta por 33 meses.
Por ello, la recuperación del ejemplar subraya la importancia de contar con espacios
acondicionados. Las instalaciones de Invictus incluyen calefacción y áreas libres de moscas, lo que reduce el estrés y promueve la mejoría física. El avance también refleja la relevancia de protocolos estrictos de manejo, fundamentales para especies con afectaciones previas como las observadas en este caso.

Historia De La Osa Mina Y Su Paso Por La Pastora
El antecedente más recordado sobre la osa Mina ocurrió el 24 de septiembre, cuando un video viral mostró que el ejemplar se encontraba rodeado de moscas y en mal estado dentro de La Pastora. La imagen generó preocupación social, especialmente por la aparente falta de condiciones sanitarias y la postura debilitada del animal.
De hecho, la osa Mina no había mostrado mejoras sustanciales durante su periodo previo en el zoológico. Este contexto llevó a cuestionamientos públicos sobre los cuidados administrados mientras se encontraba bajo la supervisión estatal durante la administración de Samuel García. Aun así, la paraestatal aseguró que seguía los lineamientos aplicables en materia de bienestar animal.
Su historia comenzó en 2023, cuando la Profepa rescató a la osa Mina, debido a enfermedades que ponían en riesgo su vida. Posteriormente, fue entregada en resguardo al Estado. Sin embargo, su estado deteriorado durante 2024 generó dudas sobre la atención que recibía. Este deterioro se evidenció en su peso inferior al esperado para un ejemplar de su edad.
Asimismo, su talla correspondía a la de un oso de siete a nueve meses, en lugar de los tres años que realmente tiene. Ortigoza señaló que la falta de nutrición adecuada durante periodos prolongados provocó un retraso notable en su desarrollo físico.
Osa Mina 🐻
— Rebecca Sokol ॐ (@rbksokol) October 10, 2025
ANTES / DESPUÉS
✨ El avance de la osa Mina es evidente, gracias al cuidado y compromiso de la Fundación Invictus. ¡GRACIAS de corazón! 🐻❤️
También mi reconocimiento a @mariana_boy y a @PROFEPA_Mx por atender de inmediato este caso, gestionar apoyo para su… pic.twitter.com/bYbe7V01j5
Osa Mina Recibe Tratamientos Que No Tenía Antes
La recuperación de la osa Mina en Invictus se ha basado en un tratamiento especializado que incluye una dieta con proteínas, Omega 3, hierro, ácido fólico y vitaminas. Esta intervención permitió reactivar funciones clave en el organismo, necesarias para estabilizar su condición.
Según el equipo médico, la desnutrición prolongada también generó afectaciones neurológicas. Por lo tanto, su rehabilitación contempla terapias destinadas a revertir daños y fortalecer reflejos. Estas atenciones no se habían registrado durante su periodo anterior en La Pastora, lo que demuestra la diferencia en el manejo clínico.
Asimismo, la mejora del ambiente fue determinante. La instalación eliminó factores estresantes, como la presencia de moscas. Esto permitió que la osa Mina descansara y respondiera mejor a los tratamientos.
Su avance ha sido demostrado mediante exámenes constantes, realizados para medir el funcionamiento cardíaco y el impacto de la nueva dieta. La estabilidad progresiva del ejemplar sugiere que la combinación de cuidados especializados y un entorno adecuado es fundamental para especies con historial de maltrato o negligencia.
Caso De La Osa Mina Refuerza Debate Sobre Manejo Animal Estatal
El caso de la osa Mina ha generado un amplio debate público sobre el manejo de animales bajo custodia estatal. Diversos sectores han señalado que la situación expone la necesidad de revisar los protocolos utilizados en espacios como La Pastora. Esta revisión se ha vuelto más relevante debido al impacto mediático del caso.
La atención pública también se intensificó porque la titular de Amar a Nuevo León, Mariana Rodríguez, aseguró que la Profepa era la única autoridad con facultad para decidir si la osa debía ser dormida. Este comentario generó controversia, sobre todo considerando los avances obtenidos en tan solo dos meses fuera de instalaciones estatales.
Por otro lado, el caso ocurre en un periodo donde los cuestionamientos sobre condiciones ambientales y de bienestar animal han aumentado. La administración de Samuel García enfrenta una vigilancia constante por parte de organizaciones civiles que buscan mejoras en espacios dedicados a la fauna.
Esperanza Para La Osa Mina
La recuperación del ejemplar también se convirtió en un ejemplo de cómo una intervención externa puede revertir daños acumulados. La situación sugiere que la transparencia en los protocolos de cuidado animal es crucial. La ciudadanía ha mostrado interés particular en que se aclaren las diferencias entre los cuidados recibidos en el pasado y los actuales.
Finalmente, la historia de la osa Mina continúa como un caso de seguimiento. Sus avances clínicos continúan bajo observación, y la Fundación Invictus mantiene un programa de monitoreo para asegurar que el ejemplar alcance un estado óptimo de salud. Los próximos meses serán determinantes para consolidar su rehabilitación.
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