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Protestas en Hospitales Estatales por Recortes en Nuevo León3 min read

¿Qué exigen los trabajadores del sector salud?
Nuevo León - Justicia Regia

La situación en los hospitales estatales de Nuevo León ha alcanzado un punto crítico con el estallido de protestas por parte del personal de salud. La falta de recursos y la reducción en el apoyo logístico han llevado a una serie de manifestaciones que destacan la creciente insatisfacción con la administración actual del gobernador Samuel García. Las protestas reflejan un problema más amplio en el sistema de salud estatal, que está siendo presionado por las políticas de austeridad y la gestión deficiente del gobierno.

Reacción del personal de salud de Nuevo León

Las protestas comenzaron cuando la Secretaría de Salud estatal, dirigida por Alma Rosa Marroquín, tomó la decisión de eliminar el apoyo alimentario para el personal médico del Hospital Metropolitano y otros centros de salud. Esta medida afectó principalmente a aquellos trabajadores que están en turnos prolongados, como el turno nocturno y el Plan Piloto, que implica jornadas de más de 12 horas.

La decisión de retirar la prestación de alimentos fue el catalizador para que alrededor de 30 trabajadores del Hospital Metropolitano iniciaran una protesta formal. Estos empleados, respaldados por la Sección 34 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salubridad (SNTSA), se manifestaron contra lo que consideran una medida injusta y perjudicial para su bienestar y desempeño laboral. En sus comunicados, los trabajadores expresaron su descontento y exigieron una reconsideración de la política de recortes.

Medidas de austeridad en Nuevo León y sus impactos

La situación no es aislada, ya que las medidas de ajuste presupuestal se han extendido a varios hospitales del estado. Desde el 3 de agosto, se han implementado restricciones significativas en el Hospital Psiquiátrico, que incluyen limitaciones en el uso del aire acondicionado, acceso a agua purificada y suministro de artículos básicos como papel higiénico. Estas restricciones forman parte de una serie de recortes que afectan diversos servicios, incluyendo alimentación, limpieza y vigilancia en los hospitales.

En Nuevo León, el impacto de estas medidas ha sido significativo, generando malestar tanto entre el personal de salud como entre los pacientes. La reducción de recursos ha llevado a un deterioro en las condiciones de trabajo y en la calidad del servicio que se ofrece. La Secretaría de Salud, al disponer de menos recursos para el segundo semestre del año, ha priorizado el ajuste presupuestal sobre las necesidades básicas del personal y de los pacientes.

Documentos oficiales y reacciones

Fuentes internas del Hospital Metropolitano han revelado un documento oficial que detalla los ajustes presupuestales en el área de nutrición. El oficio DIR.ADMON.SRM/045/2024 señala que el servicio de alimentación será limitado exclusivamente a pacientes, médicos residentes y personal en servicio social, excluyendo a los empleados de turno prolongado.

Esta decisión ha sido ampliamente criticada por los trabajadores de salud, quienes han colocado pancartas en los pasillos del hospital con mensajes como “Basta de recortes”. Los empleados argumentan que estos ajustes han afectado no solo a ellos, sino también a los pacientes que dependen de un servicio de salud adecuado. La protesta se ha intensificado con llamados a la acción para revertir los recortes y mejorar las condiciones laborales y de atención en los hospitales estatales.

Silencio oficial y creciente presión

A pesar de las protestas y las críticas, la Secretaría de Salud no ha respondido oficialmente a las inquietudes del personal de salud. El silencio de las autoridades ha generado una mayor frustración entre los trabajadores, quienes sienten que sus demandas están siendo ignoradas.

La gestión del gobernador Samuel García sigue siendo objeto de escrutinio por su manejo de la crisis en el sistema de salud. Los recortes presupuestales y la falta de respuesta ante las protestas han aumentado la presión sobre el gobierno estatal. La situación plantea preguntas sobre la capacidad del gobierno para gestionar eficazmente el sistema de salud y atender las necesidades de los trabajadores y pacientes.

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