El Senado de la República aprobó la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en una sesión marcada por protestas y una serie de acusaciones por parte de la oposición. La votación, realizada en medio de un ambiente tenso y de gran controversia, ha suscitado diversas reacciones, en especial por las implicaciones que esta reforma tiene para la autonomía del Poder Judicial.
Con la reforma aprobada, el Poder Judicial estará sujeto a cambios significativos que, según sus críticos, limitarán su independencia y lo colocarán bajo el control del Ejecutivo. El proceso legislativo estuvo cargado de tensiones, y la participación del senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez fue decisiva para que la reforma fuera aprobada. Sin embargo, este hecho también generó acusaciones de presiones políticas y chantajes, lo que profundizó las críticas y cuestionamientos sobre la legitimidad del proceso.
Aprobación en medio de fuertes presiones
El bloque de Morena y sus aliados en el Senado lograron la aprobación de la reforma judicial, que ha sido uno de los proyectos más controvertidos del presidente López Obrador. A pesar de la resistencia de la oposición, la votación tuvo lugar durante la madrugada, específicamente a las 4:00 a.m., y concluyó con 86 votos a favor y 41 en contra. La reforma había sido objeto de intensas discusiones previas, con un total de 80 reservas presentadas, ninguna de las cuales fue aprobada.
Las protestas que se desarrollaron dentro y fuera del Senado fueron indicativas del alto nivel de descontento que ha generado esta reforma. Mientras en la Cámara se discutían los detalles de la reforma, afuera se congregaban jueces, magistrados y estudiantes de Derecho para manifestar su rechazo. Señalan que esta reforma representa un retroceso para la independencia del Poder Judicial, pues creen que ahora estará sometido a las decisiones del Ejecutivo.
Uno de los momentos más críticos de la sesión fue la adhesión del senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez a la causa de Morena. Su voto fue crucial para que se alcanzara la mayoría calificada que necesitaba el partido en el poder para que la reforma fuera aprobada. Según versiones de algunos miembros de la oposición, Yunes habría sido presionado para ceder su voto a cambio de que no se tomaran acciones legales en contra de él y su familia. Estas acusaciones, aunque no confirmadas oficialmente, han alimentado la controversia en torno al proceso.
La oposición denuncia pérdida de autonomía
La reacción de la oposición fue inmediata. Legisladores de distintos partidos denunciaron que la aprobación de la reforma judicial es un ataque directo a la independencia del Poder Judicial y que, con estas modificaciones, los jueces y magistrados estarán sujetos a los intereses del Gobierno federal. Además, advirtieron que esta reforma vulnera la autonomía que históricamente ha tenido el Poder Judicial en México.
Durante la discusión, varios senadores de la oposición señalaron que esta reforma judicial no solo afecta la independencia de los jueces, sino que también pone en riesgo la imparcialidad de las decisiones judiciales. Afirman que, con los cambios propuestos, el presidente López Obrador podrá influir directamente en las decisiones del Poder Judicial, lo que podría tener consecuencias negativas para el equilibrio de poderes en el país.
Asimismo, otro de los aspectos que más preocupa a la oposición es la creación de un tribunal de disciplina encargado de sancionar a jueces y magistrados. Para los críticos, esta nueva instancia de control será utilizada para intimidar a los jueces que no sigan la línea del Gobierno, lo que afectará su capacidad para actuar con independencia y objetividad.
Por su parte, los manifestantes que se encontraban afuera del Senado durante la votación señalaron que continuarán con sus protestas en los próximos días. Consideran que la aprobación de la reforma judicial es solo el primer paso en un proceso que busca debilitar las instituciones democráticas de México, y exigen que se reviertan los cambios antes de que entren en vigor.
El papel clave de Yunes Márquez
La figura de Miguel Ángel Yunes Márquez ha sido central en esta reforma. Hasta el último momento, se desconocía si el senador panista votaría a favor o en contra de la reforma. Finalmente, su decisión de apoyar la propuesta de Morena resultó clave para que se lograra la mayoría calificada necesaria. Sin embargo, su voto no estuvo exento de polémica.
Yunes Márquez ha sido señalado por varios miembros de su partido y de la oposición en general por haber cedido a las presiones del Gobierno. Versiones no confirmadas indican que el senador habría sido amenazado con posibles acciones legales contra su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, quien también ha tenido un rol político relevante en Veracruz.
El hecho de que Yunes Márquez haya decidido votar a favor de la reforma generó tensiones dentro del propio Partido Acción Nacional (PAN). Al interior del Senado, varios de sus compañeros lo acusaron de traición, mientras que otros exigieron que se aclarara si hubo alguna negociación detrás de su voto.
Por otro lado, la ausencia del legislador Daniel Barreda, del partido Movimiento Ciudadano, también fue determinante para que Morena lograra la mayoría calificada. Barreda no acudió a la sesión debido a la detención de su padre, lo que según la oposición fue parte de una estrategia para evitar que votara en contra de la reforma. Esta circunstancia también ha sido motivo de controversia y críticas, ya que algunos aseguran que la ausencia de Barreda fue forzada.
