El transporte público en Juárez continúa siendo un dolor de cabeza para miles de vecinos que, pese a las promesas oficiales de mejoras y modernización, enfrentan filas interminables, camiones saturados y tiempos de espera que superan la hora y media. Aunque el Estado asegura que el servicio alcanza una cobertura del 80 por ciento y que las unidades cuentan con aire acondicionado y frecuencias más cortas, la realidad en las calles del municipio es otra: desesperación, cansancio y traslados que pueden extenderse hasta tres horas.
Durante un recorrido realizado a principios de septiembre se constató que la situación no ha mejorado, a pesar de que Juárez ha sido uno de los municipios más beneficiados con el envío de unidades por parte de la administración estatal. Para los habitantes de colonias como Vistas del Río, Terranova, Mirador del Río, Villas del Oriente y Hacienda Santa Lucía, la experiencia diaria del transporte público en Juárez es cada vez más desgastante.
Filas interminables y esperas largas
Los testimonios de los ciudadanos reflejan un panorama que contrasta fuertemente con el discurso oficial. En colonias como Terranova, los vecinos denuncian que el servicio empeoró después de los cambios implementados en la Ruta 214, que desde el 12 de julio fusionó los ramales Directa Vistas del Río y Directa Terranova en una sola ruta con destino a la estación Félix U. Gómez.
La modificación, lejos de agilizar el servicio, provocó un aumento en los tiempos de espera. Ahora, las filas se extienden por más de una hora y media en las paradas de origen, particularmente sobre la Avenida Vista de las Flores y la calle Vista Montaña, donde desde las cinco de la mañana los ciudadanos comienzan a congregarse para alcanzar lugar en un camión.
“Se llena en la parada desde donde sale, por eso cuando pasa por aquí por mi casa ya no se paró. Tenemos que tomar otro camión para llegar a la parada de Vistas del Río, de allí otro hasta Félix U. Gómez, y todavía uno más para llegar al trabajo”, relató América Hernández, vecina de Terranova. Este tipo de trayectos implican gastar más tiempo y más dinero, afectando directamente la economía familiar.
Esperan por camiones hasta 1 hora y media – Vía @elnorte
— fgarciag (@fgarciag) September 23, 2025
Mientras se sigan adquiriendo autobuses virtualmente con facturas pdf … al rato una fotito con sus nenitas y se le perdona todo a fosfo fosfo ..a poco no https://t.co/mFAFm7JNQt
Unidades llenas y sin aire acondicionado
La saturación es otro de los problemas constantes. Los vecinos de Juárez aseguran que muchas unidades ya no se detienen en las paradas intermedias porque van completamente llenas desde el inicio del recorrido. Esto obliga a los pasajeros a caminar largas distancias hasta la parada de origen o a buscar rutas alternas que también presentan retrasos.
Además, aunque el gobierno estatal insiste en que las unidades nuevas cuentan con aire acondicionado, los pasajeros aseguran que rara vez se enciende. “Nunca prenden el clima, los choferes dicen que si lo hacen se calienta el camión y se apaga”, denunció una pasajera molesta.
Las altas temperaturas en la zona metropolitana de Monterrey hacen que viajar en camiones sin ventilación adecuada se convierta en una experiencia sofocante. Este incumplimiento agrava la percepción de que las promesas de modernización del transporte público no se traducen en beneficios reales para los ciudadanos.
Traslados que superan las tres horas
La crisis del transporte público en Juárez no solo afecta los tiempos de espera, sino también la duración total de los traslados. En la ruta 527, que conecta Juárez con Apodaca, los pasajeros pueden pasar hasta hora y media en la parada de Vista de la Primavera y Vista Montaña antes de poder abordar una unidad.
“Siempre es así, tarda mucho en pasar. Yo llegué a las 6:40 y ya pasó más de una hora y aquí sigo esperando un méndigo camión”, comentó un usuario que llevaba más de 70 minutos en fila.
Quienes se trasladan de Juárez hacia Apodaca invierten hasta tres horas para llegar a su destino, tomando entre tres y cuatro camiones distintos. Esta situación impacta de manera directa la calidad de vida, ya que reduce el tiempo disponible para la familia, el descanso o incluso las oportunidades laborales.
El problema, lejos de ser un hecho aislado, se repite en diferentes puntos del municipio, evidenciando una falta de planeación integral en la reestructuración de rutas y en la gestión de la demanda real de pasajeros.
Transporte público en Juárez: un contraste con el discurso oficial
El gobierno estatal ha señalado en múltiples ocasiones que el transporte público en Juárez ha mejorado con la llegada de nuevas unidades y con la reorganización de rutas. Sin embargo, los testimonios ciudadanos ponen en entredicho ese discurso.
La promesa de mayor cobertura, reducción de tiempos y unidades más cómodas no coincide con las filas que se forman desde antes del amanecer ni con las quejas constantes por la saturación y la falta de aire acondicionado. Para los habitantes de Juárez, la modernización parece un proyecto más de imagen que una solución a los problemas cotidianos.
Los vecinos consideran que las medidas tomadas no están pensadas en las necesidades reales de quienes dependen del camión para ir a trabajar, estudiar o atender asuntos personales. Cada día, entre largas filas y traslados interminables, se pone en evidencia una brecha entre lo que se anuncia y lo que realmente se vive en las calles.
Array