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Nuevo León Samuel García
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Samuel García Ignora Violencia en Nuevo León2 min read

La indolencia de Samuel García ante la violencia en Nuevo León es alarmante.
Samuel García - Justicia Regia

En Nuevo León, la impunidad parece haberse instalado como un estado de derecho alternativo, donde los delitos se cometen sin temor al castigo y los crímenes permanecen sin resolver. La reciente aparición de un cuerpo emplayado a un costado de la carretera Montemorelos-Rayones es solo otro escalofriante episodio en una serie de tragedias que se repiten sin cesar en todo el estado. Sin embargo, para el gobernador de medio tiempo, Samuel García, estos casos son simplemente una molestia que no merece su atención.

Encuentran Occiso en Nuevo León

El descubrimiento macabro se llevó a cabo en las profundidades de un barranco en el municipio de Rayones, donde los restos de un hombre, envueltos en plástico, yacían en avanzado estado de descomposición. Este hallazgo, realizado por la Comisión Local de Búsqueda de Personas durante sus investigaciones sobre la desaparición de un individuo, pone de manifiesto la gravedad de la situación. La falta de resolución en casos de desapariciones anteriores también se suma al panorama desolador, como lo evidencia el hecho de que, a pesar de reportes previos sobre la presencia de un cuerpo en la zona, las autoridades no lograron localizarlo.

Desinterés de Samuel García Pone nuestras Vidas en Riesgo

El desinterés del gobierno encabezado por Samuel García es palpable. Su falta de acción ante la creciente ola de violencia y su incapacidad para proporcionar respuestas adecuadas a las familias afectadas son indignantes. Mientras tanto, él parece estar más preocupado por mantener su estatus de “gobernador de medio tiempo”, un título que lleva consigo más connotaciones de negligencia que de compromiso.

El hecho de que los investigadores de la Comisión de Búsqueda de Personas tuvieran que seguir la pista de una desaparición ocurrida meses atrás para finalmente descubrir el cuerpo emplayado es una señal alarmante de la falta de coordinación y eficacia en las labores de seguridad y justicia en el estado. Mientras tanto, las familias de las víctimas sufren en silencio, esperando respuestas que nunca llegan y enfrentando la dolorosa incertidumbre de no saber qué les sucedió a sus seres queridos.

El desdén de Samuel García hacia estas tragedias es inaceptable. Su gestión, marcada por la inacción y la falta de liderazgo, solo sirve para perpetuar el ciclo de violencia e impunidad en Nuevo León. Es hora de que el gobernador deje de lado sus intereses personales y asuma su responsabilidad hacia el pueblo que juró servir. La seguridad y la justicia no son meros caprichos políticos, son derechos fundamentales que deben ser garantizados para todos los ciudadanos, sin excepción.

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