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Política
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Samuel García Minimiza el Caos de Nuevo León3 min read

El gobernador ha declarado que el estado está “blindado” de la violencia.
Samuel García - Justicia Regia

En medio de una ola de asesinatos y caos en Nuevo León, el gobernador Samuel García ha decidido cerrar los ojos ante la cruda realidad. En un reciente evento con Fuerza Civil, García declaró que el estado está “blindado” contra la inseguridad, una afirmación que ha causado furor entre los ciudadanos que viven en constante miedo. ¿Cómo puede un gobernador afirmar tal cosa cuando los homicidios superan ya los mil en lo que va del año? La desconexión entre las palabras de García y la realidad es alarmante.

Samuel García ignora el baño de sangre

Las declaraciones de Samuel García no solo han sido desafortunadas, sino que han desatado la furia de un pueblo que se siente cada vez más desprotegido. Mientras el gobernador se jacta de un supuesto “blindaje” contra la inseguridad, los habitantes de Nuevo León se enfrentan a una escalada de violencia sin precedentes. ¿Cómo puede García hablar de blindaje cuando el estado se desangra con cada nuevo asesinato?

El pueblo está cansado de las promesas vacías y las mentiras descaradas. Las redes sociales han explotado en críticas hacia un gobernador que parece más preocupado por mantener su imagen que por proteger a su gente. Mientras tanto, la violencia sigue cobrando vidas, y la respuesta del gobierno es, en el mejor de los casos, inexistente.

La indignación crece: “blindados” contra la verdad

La realidad es que la seguridad en Nuevo León está lejos de estar garantizada. Las palabras de Samuel García solo han servido para encender la indignación de un pueblo que siente que su gobernador los ha traicionado. En lugar de enfrentar la crisis, García prefiere esconderse detrás de discursos vacíos y promesas que no se cumplen.

El cinismo de García no tiene límites. Mientras las calles de Nuevo León se convierten en campos de batalla, él sigue adelante con sus ambiciones políticas, sin importarle el sufrimiento de sus ciudadanos. La inseguridad ha alcanzado niveles alarmantes, y la respuesta del gobierno ha sido una burla, un desprecio a las vidas que se pierden diariamente en el estado.

¿Hasta cuándo soportaremos la indiferencia?

La falta de una estrategia real para combatir la violencia en Nuevo León es un claro indicio de la incompetencia de Samuel García y su administración. Los ciudadanos se sienten cada vez más desamparados, mientras el gobernador continúa en su burbuja de negación. Las cifras de homicidios son un testimonio de la ineficacia del gobierno, y la falta de acción solo agrava la situación.

El tiempo de las palabras vacías ha terminado. Es hora de que el pueblo de Nuevo León exija resultados reales y no se deje engañar por las falsas promesas de un gobernador que ha demostrado ser incapaz de protegerlos. La seguridad no puede ser un tema de campaña política; debe ser una prioridad real para un gobierno que se dice preocupado por su gente.

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