El gobernador de Nuevo León, Samuel García, hizo promesas que no estaban en su mano cumplir: prometió que la Federacion aportaría 8 mil millones de pesos para realizar las extensiones de las líneas de metro 4 y 6, pero la realidad es otra.
Los recursos federales que esperaba, y necesitaba, no fueron asignados, obligando al gobierno estatal a improvisar destinando recursos propios.
¿El resultado? Lejos de creer que sea el término de los proyectos, ya que el Secretario de Movilidad ha mencionado que la L4 y L6 se terminaría –si no se presentan más contratiempos– hasta el 2027. El resultado es, entonces, más deuda y menos certezas sobre el futuro de la movilidad en Nuevo León.
En 2022, Samuel García aseguró que el Gobierno federal financiaría las extensiones del Metro hacia Santa Catarina y el Aeropuerto Internacional de Monterrey. Los supuestos 8 mil millones de pesos que vendrían de la Federación no aparecen ni en los sueños más optimistas del Presupuesto de Egresos 2025.
Mientras tanto, Nuevo León debe enfrentar la realidad. El estado ya incluyó en su presupuesto 3 mil 174 millones de pesos adicionales para las extensiones, una cantidad que se suma a los 13 mil millones requeridos para los tramos originales de las líneas 4 y 6. Esto sin contar los 30 mil millones ya adjudicados en 2022 para la construcción de las líneas 4, 5 y 6, de las cuales la L5 ya se canceló, sin haber iniciado ni una acción.
Por si fuera poco, la administración estatal inició trabajos en el tramo hacia el Aeropuerto con dinero propio, sin tener claro de dónde saldrá el resto del financiamiento.
Líneas Canceladas y un Presupuesto en Crisis
El fracaso en la Línea 5 es un ejemplo perfecto de los problemas del Metro. Cancelada por falta de recursos, este proyecto quedó como un monumento a la improvisación. En medio de la cancelación, el Gobierno estatal enfrenta un vacío presupuestario, ya que ni siquiera cuenta con un presupuesto aprobado para este año.
Mientras tanto, las líneas 4 y 6 avanzan a trompicones. Formando un solo viaducto elevado, estas líneas conectarán Miravalle con Apodaca, pero los retrasos y la falta de recursos ponen en duda su ejecución. Los costos de las extensiones proyectadas, que ascienden a 12 mil millones de pesos, aumentan la presión financiera sobre el estado.
¿Quién Prometió el Dinero para el Metro? ¿Samuel García o la Federación?
La narrativa de Samuel García choca con los hechos. Anunció con bombo y platillo el respaldo federal para las extensiones del Metro, pero la realidad demuestra que el Estado está cargando solo con esta responsabilidad y ha probado ser incapaz de hacerlo.
Los recursos para movilidad son insuficientes, y los contribuyentes tendrán que absorber los costos de un proyecto que el gobernador prometía tener respaldado.
El Metro, que debería ser un símbolo de progreso, se está convirtiendo en un dolor de cabeza financiero y de movilidad. Los proyectos mal planificados y las promesas incumplidas no solo afectan la movilidad de la población, sino que ponen en riesgo la estabilidad financiera del estado.
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