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Transporte Colapsado en Nuevo León, Advierte IP7 min read

Los transportistas han alzado la voz por falta de pagos y fallos en logística.
Nuevo León - Justicia Regia

El sistema de transporte público en Nuevo León enfrenta una crisis profunda que está generando críticas y preocupación en diversos sectores de la sociedad. La estrategia estatal de adquirir 2,000 camiones urbanos con un esquema de pago por kilómetro ha sido calificada por empresarios y operadores como un fracaso. Con una inversión de mil millones de pesos mensuales, los ciudadanos siguen padeciendo un servicio deficiente, sin que las mejoras prometidas se materialicen. La falta de mantenimiento adecuado, la infraestructura insuficiente y la ausencia de estaciones de suministro de gas natural son algunos de los problemas que afectan a este proyecto de movilidad, que comenzó con el propósito de mejorar la calidad del transporte y reducir el tráfico en Monterrey y otras áreas del estado. Sin embargo, la implementación ha estado lejos de cumplir con las expectativas.

En respuesta, el Congreso local y la Cámara de la Industria de la Transformación (Caintra) de Nuevo León han alzado la voz, pidiendo que se priorice a proveedores locales en lugar de extranjeros para futuras licitaciones, con el objetivo de optimizar costos y tiempos. Pero mientras se discute una solución, el transporte público en el estado sigue en una situación crítica, afectando la movilidad de miles de personas que dependen diariamente de este servicio.

Sistema de transporte al borde del colapso

El plan del gobierno estatal para modernizar el transporte en Nuevo León ha estado lejos de ser una solución. Empresarios y operadores de transporte han señalado que los camiones adquiridos, principalmente provenientes de China, presentan múltiples fallas que han puesto al sistema en una situación insostenible. Entre los problemas más destacados está la falta de estaciones suficientes para abastecer a las unidades con gas natural, lo que provoca que los camiones tengan que desplazarse fuera de sus rutas, ocasionando largas filas y tiempos de espera. Estas complicaciones no solo generan incomodidad para los operadores, sino que también afectan a los usuarios, quienes padecen tiempos de espera prolongados y un servicio de baja calidad.

Además, los camiones chinos adquiridos carecen de talleres de mantenimiento en el estado, lo cual agrava aún más la crisis, ya que cuando una unidad se descompone, las reparaciones suelen demorar por la escasez de refacciones. Esto ha llevado a que la cantidad de camiones en operación sea considerablemente menor de lo previsto. Un empresario del sector comentó que los vehículos “no tienen respaldo de mantenimiento, no hay agencias, no hay refacciones” y se enfrentan a retrasos cada vez mayores para conseguir los repuestos necesarios. Esto ha convertido el servicio de transporte público en un caos, con un impacto negativo para quienes dependen de él a diario para trasladarse a sus lugares de trabajo o estudio.

La situación es tan grave que, según algunos transportistas, muchos de sus colegas se han arrepentido de haber aceptado el esquema de pago por kilómetro implementado por el gobierno estatal. A pesar de los contratos firmados, los pagos a los operadores suelen retrasarse, lo que representa una carga financiera adicional para los empresarios del sector. Uno de los operadores describió el proyecto como una “bomba de tiempo” que está a punto de explotar en detrimento de los ciudadanos, quienes son los principales afectados por esta situación.

Reestructuración de rutas y su impacto

Otro de los factores que ha contribuido a la crisis del transporte público en Nuevo León es la reestructuración de rutas implementada por el gobierno estatal. Según Olmo Guerrero, asesor de transportistas, esta reorganización ha creado problemas en las rutas, ya que se han superpuesto trayectos en áreas donde ya existía transporte privado. Esto ha generado conflictos y ha llevado a que muchas unidades pierdan tiempos operativos debido a una planeación deficiente. Además, esta reestructuración tampoco ha logrado mejorar los tiempos de viaje ni facilitar el acceso a las zonas más alejadas del estado, lo que va en contra del objetivo inicial de la medida.

Guerrero advirtió que la reestructura no fue ejecutada adecuadamente, lo cual ha derivado en un detrimento del servicio y en la pérdida de muchas unidades que podrían haber estado en operación. Esta reorganización, lejos de mejorar la eficiencia del sistema, ha generado mayores complicaciones tanto para los usuarios como para los operadores. La falta de coordinación entre el gobierno y las empresas de transporte ha provocado un ambiente de incertidumbre, y los operadores han expresado que es necesario revisar la reestructura para adaptarla mejor a las necesidades de la ciudadanía.

Mientras tanto, el proyecto de licitación para adquirir otros 2,000 camiones se ha visto retrasado, lo que ha generado dudas sobre la viabilidad y efectividad de la estrategia actual. La incertidumbre y la falta de un plan claro han hecho que muchos usuarios del transporte público pierdan la confianza en el sistema, y la situación sigue sin mejorar.

Llamado del Congreso y empresarios

Ante el evidente fracaso del esquema de transporte actual, el Congreso local y representantes empresariales han solicitado al gobierno estatal reconsiderar su enfoque. La Cámara de la Industria de la Transformación en Nuevo León (Caintra) sugirió recientemente que, para futuras adquisiciones de camiones, se priorice a proveedores locales en lugar de recurrir a empresas extranjeras. Esta propuesta fue bien recibida por el Congreso local, que aprobó un exhorto en el que se pide al gobierno que considere esta recomendación.

La diputada Grecia Benavides, de Morena, presentó la propuesta en el Pleno, argumentando que priorizar a proveedores locales no solo reduciría los costos del proyecto, sino que también facilitaría el mantenimiento de los camiones y mejoraría la calidad del servicio de transporte público en el estado. Benavides señaló que esta medida también contribuiría a dinamizar la economía local, ya que generaría empleos y fortalecería a las empresas de la región.

Caintra y el Congreso han expresado que la crisis del transporte en Nuevo León es insostenible y requiere soluciones inmediatas. Además de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, la adopción de un enfoque más local permitiría una mejor gestión y mantenimiento de las unidades, evitando así problemas como los que actualmente afectan al sistema. Sin embargo, aunque la propuesta fue bien recibida, el gobierno estatal aún no ha tomado una decisión definitiva al respecto.

La situación del transporte público en Nuevo León es compleja y requiere de acciones concretas que respondan a las necesidades de los usuarios. La crisis actual, caracterizada por la falta de mantenimiento, las dificultades con el abastecimiento de gas y los retrasos en los pagos a los operadores, ha puesto en evidencia la necesidad de una estrategia integral y sostenible. La adopción de una política que priorice a proveedores locales podría ser un primer paso hacia la recuperación del sistema, aunque el desafío principal será reconstruir la confianza de los ciudadanos en un servicio que, hasta ahora, ha dejado mucho que desear.

El estado de Nuevo León enfrenta una crisis de movilidad que afecta a miles de ciudadanos diariamente. La falta de soluciones efectivas y los constantes problemas operativos del sistema de transporte han llevado a un punto crítico en el que el cambio es necesario e inevitable.

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