En medio de la desesperación y el temor, la violencia sigue cobrando vidas inocentes en Nuevo León. En un acto que refleja la cruda realidad de la inseguridad que azota a la entidad, una mujer ha sido brutalmente asesinada y una niña de apenas 11 años ha sido alcanzada por una bala perdida. Estos eventos lamentables son solo una muestra de la desprotección en la que nos encontramos bajo el mandato del gobierno de Samuel García.
Un Ataque sin Piedad en Pesquería
En lo que parece ser un ataque directo, dos individuos armados perpetraron un acto de violencia en un parque de Pesquería. Una mujer de 26 años perdió la vida en el lugar, mientras que su hermana gemela resultó gravemente herida. Además, otras dos mujeres, una de 42 años y una niña de solo 11, sufrieron lesiones en el mismo incidente.
Las autoridades han tratado de esclarecer los motivos detrás de este ataque, sugiriendo que las hermanas gemelas podrían haber sido el blanco directo. Sin embargo, estas explicaciones no hacen más que resaltar la falta de seguridad y la impunidad que prevalece en nuestras calles.
12 Cuerpos Abandonados en Pesquería
Mientras tanto, la crisis de desapariciones y violencia en la región se hace cada vez más evidente. Recientemente, se descubrieron más restos humanos en un predio en Pesquería, elevando la cifra a 12 cuerpos identificados hasta el momento. Este hallazgo se suma a la larga lista de tragedias que han marcado a Nuevo León bajo el gobierno actual.
La falta de acción contundente por parte de las autoridades para abordar la violencia y la desaparición de personas es alarmante. Miles de familias siguen buscando a sus seres queridos desaparecidos, mientras que la impunidad parece reinar en nuestro estado.
Conclusiones Alarmantes
Bajo el liderazgo de Samuel García, Nuevo León y Pesquería enfrentan una crisis de seguridad sin precedentes. La violencia desenfrenada y la impunidad son moneda corriente en nuestras calles, dejando a los ciudadanos a merced del crimen organizado y la negligencia gubernamental.
Es hora de que exijamos un cambio real y tangible en el manejo de la seguridad en nuestro estado. No podemos permitir que más vidas se pierdan en manos de la violencia descontrolada. Es responsabilidad del gobierno proteger a sus ciudadanos, y hasta que eso suceda, seguiremos viviendo con el miedo constante de convertirnos en las próximas víctimas de la tragedia que azota a Nuevo León.
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