Desde hace más de una semana, el Aeropuerto Internacional de Monterrey enfrenta una crisis sin precedentes debido a un ciberataque que ha afectado diversos servicios esenciales, provocando largas filas, retrasos en los vuelos y descontento general entre los pasajeros. Este incidente ha obligado a que múltiples procesos operativos se realicen manualmente, como el pago del estacionamiento, donde las máquinas automáticas no funcionan. A pesar del tiempo transcurrido desde el inicio de los problemas, el Grupo Aeroportuario del Centro Norte (OMA), responsable de la administración del aeropuerto, aún no ha ofrecido un informe claro sobre la situación ni una fecha tentativa para la normalización de los servicios, dejando a los pasajeros en un estado de incertidumbre y frustración.
Falta de información genera molestia
La desinformación ha sido uno de los aspectos más criticados por los usuarios del aeropuerto, quienes expresan su inconformidad por la escasa comunicación y la ausencia de soluciones inmediatas. El ciberataque ha afectado no solo el pago del estacionamiento, sino también la gestión del equipaje y otros servicios, lo que ha desembocado en una cadena de inconvenientes que afectan la experiencia de los pasajeros en su totalidad. Desde filas interminables hasta confusión sobre el destino de las maletas, los viajeros enfrentan una situación caótica que se agrava con la falta de información.
OMA ha sido objeto de numerosas críticas debido a su manejo del incidente, pues hasta el momento no se ha brindado una respuesta formal que explique los motivos detrás del ciberataque ni un pronóstico para la restauración completa de los servicios. Esto ha generado una ola de descontento, especialmente entre aquellos que utilizan el aeropuerto con frecuencia y que dependen de sus servicios para fines personales y laborales. La ausencia de una comunicación efectiva ha dejado a los pasajeros con más preguntas que respuestas, y el ambiente en las terminales se ha tornado tenso, con numerosos viajeros exigiendo explicaciones y una solución inmediata.
Consecuencias operativas y económicas en Monterrey
El ciberataque no solo afecta a los pasajeros, sino también a la economía y operatividad del aeropuerto de Monterrey. La falta de funcionamiento en los sistemas de pago del estacionamiento, por ejemplo, ha ocasionado pérdidas económicas y complicaciones logísticas. A medida que se acumulan los vehículos y las filas se alargan, el tiempo de espera se vuelve exasperante para los conductores y usuarios que buscan salir o ingresar al aeropuerto. Además, esta situación ha impactado a las aerolíneas que operan en el recinto, las cuales han registrado retrasos en los vuelos debido a problemas en la gestión de equipaje y otros servicios esenciales.
La persistencia de estas dificultades plantea la necesidad de evaluar los sistemas de seguridad del aeropuerto y, posiblemente, de mejorar la infraestructura digital para evitar futuros ataques. La economía local también se ve afectada, pues el aeropuerto de Monterrey es uno de los principales puntos de entrada y salida de la región y un centro de operaciones clave para los negocios locales. La falta de operatividad plena en el aeropuerto pone en riesgo no solo los planes personales de los viajeros, sino también el flujo económico y la imagen de la región como un centro de logística eficiente.
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