La discusión sobre la deuda de Agua y Drenaje, las fugas de agua y la gestión de Samuel García vuelve a crecer después de que la paraestatal anunciara un crédito de 300 millones de pesos. Aunque el Gobierno lo presenta como una solución estratégica, el organismo enfrenta el peor récord de fugas en su historia. La combinación de deuda creciente y problemas operativos refleja un deterioro constante del servicio.
Deuda De Agua Y Drenaje Se Incrementa
El anuncio del crédito llegó con entusiasmo oficial. Agua y Drenaje de Monterrey informó que el Banco de Desarrollo de América del Norte aprobó un financiamiento de 300 millones de pesos. El recurso se destinará a obras de rehabilitación y ampliación de infraestructura. Sin embargo, este dinero ya formaba parte de los 2 mil 184 millones aprobados por el Congreso para este año. El crédito no representa una sorpresa financiera, sino una pieza más de un paquete mayor.
La paraestatal detalló que el crédito servirá para reforzar el Anillo de Transferencia II. Este anillo es esencial para la conducción del agua potable. También se proyecta la construcción de tres tanques de almacenamiento y la modernización de cuatro estaciones de bombeo. El proyecto incluye la sustitución de tuberías y colectores en más de 100 puntos con fallas recurrentes. La obra parece amplia y necesaria, pero también confirma que el estado opera con infraestructura rezagada.
El costo total del proyecto es cercano a los mil 934 millones de pesos. El crédito del NADBank solo cubre una parte mínima del total. El resto se obtendrá con otros mecanismos aún no formalizados. Esto deja en claro que la deuda de Agua y Drenaje seguirá creciendo con el paso de los meses. La estrategia estatal apuesta por créditos de largo plazo. El financiamiento se pagará durante 25 años. Este compromiso prolongado genera preocupación en un contexto donde los problemas operativos no disminuyen.
Fugas Crecen Pese Al Financiamiento
El crédito aparece como una apuesta técnica. Pero la realidad revela otro lado del organismo. Durante el 2024, Agua y Drenaje registró el mayor número de fugas de agua potable en un año. La cifra alcanzó 137 mil 162 reportes. Esto equivale a 15 fugas cada hora. Es el nivel más alto registrado en Nuevo León. El crecimiento se sostiene desde hace tres años. La tendencia indica que la red no soporta la demanda actual.
Los reportes entregados por el organismo a la asociación Redes Quinto Poder muestran cómo el problema se intensifica. En 2022 se documentaron 133 mil 374 fugas. En 2023 hubo más de 118 mil. Para 2024, el aumento fue del 16 por ciento. El patrón es claro. La red se deteriora con rapidez. Los equipos de reparación no logran atender los casos a tiempo. Esto provoca que muchas fugas permanezcan abiertas durante semanas.
La asociación señala que la saturación de reportes es una de las razones por las que las fugas no se atienden con agilidad. El problema afecta el derecho al acceso al agua potable. También genera daños constantes en calles y banquetas. Cada reparación deja baches y pavimento erosionado. Los municipios metropolitanos resienten el desgaste de la red y el impacto en su infraestructura vial.

Deuda De Agua Y Drenaje Convive Con Fallas Visibles
El caso de Paseo de los Leones ejemplifica cómo los problemas operativos superan cualquier anuncio financiero. Una fuga de drenaje lleva más de dos meses sin reparación. El agua contaminada corre por la avenida y salpica a peatones que esperan el camión. La fuga brota de tres puntos distintos. Los vecinos reportan el problema de manera constante. El organismo reconoce los reportes, pero las soluciones no llegan.
Mireya Martínez, trabajadora de la zona, señala que el problema es recurrente. Asegura que AyD realiza reparaciones que solo duran unos meses. Después, la fuga vuelve a aparecer. Esta situación es común en áreas metropolitanas donde la red se encuentra saturada. La falta de atención oportuna genera malestar entre comerciantes y colonos. Los malos olores y el riesgo sanitario aumentan con el paso de las semanas.
Este tipo de casos contrasta con el anuncio del crédito. Mientras la paraestatal presume financiamiento internacional, los ciudadanos observan fallas visibles a simple vista. La deuda de Agua y Drenaje avanza en el papel, pero los problemas continúan en las calles. Esto alimenta la percepción de que los recursos no se traducen en mejoras reales. El reto es enorme. Sin resultados concretos, la confianza pública disminuye.

Deuda De Agua Y Drenaje No Se Refleja En Mejoras Rápidas
La deuda aprobada busca modernizar el sistema. Sin embargo, los problemas diarios siguen siendo la mayor preocupación ciudadana. Las fallas no se limitan a fugas de agua potable. También existen fugas de drenaje con cifras históricas. En 2024 se registraron más de 132 mil reportes. Es la cifra más alta desde 2019. La red opera al límite. Los reportes superan la capacidad operativa de los equipos técnicos.
La combinación de deuda y fallas genera dudas sobre la planificación estatal. Aunque el crédito promete mejoras a largo plazo, los problemas actuales requieren respuestas rápidas. La infraestructura se deteriora más rápido de lo que se moderniza. Los habitantes de Monterrey y su área metropolitana lo experimentan todos los días.

Desafíos Pendientes De La Paraestatal
El organismo enfrenta un desafío estructural. Sin atención puntual, los problemas crecerán.
El anuncio del crédito revela una apuesta a futuro. Pero la realidad del presente muestra un sistema colapsado. Los 300 millones no resolverán por sí solos las fallas acumuladas. La red requiere inversión profunda y continua. Esto implica nuevos compromisos financieros. La deuda de Agua y Drenaje seguirá en aumento mientras los problemas operativos se mantienen sin resolver.
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