4:01 pm
Últimas noticias
Nota de

El Sueño de Electromovilidad en Nuevo León se Desvanece5 min read

La planta Tesla ha sido una de las grandes frustraciones del gobierno regio.
Nuevo León - Justicia Regia

Hace tres años, el gobierno de Nuevo León presentó un plan ambicioso para posicionar al estado como el epicentro de la electromovilidad en Latinoamérica. Bajo la promesa de una transición hacia un futuro más sostenible, las autoridades locales anunciaron la llegada de Tesla y de la firma china BYD, así como la compra de miles de camiones eléctricos para el transporte urbano. Sin embargo, al llegar a los tres años de esta administración, el sueño de una movilidad limpia en la región se ha derrumbado. Los camiones prometidos no llegaron, ni el esperado Tesla ni la planta de BYD, y lo que en su lugar se ha materializado son unidades de transporte urbano que funcionan con gas natural o diésel, en lugar de ser eléctricas como se había prometido

Imagen Que Dramatiza La Falta De Electromovilidad En Nuevo León - Justicia Regia
Imagen tomada de Reporte índigo.

En lugar de ser líderes en sostenibilidad y energía limpia, lo que se ha logrado es una serie de proyectos fallidos, obras inconclusas y una constante fuga de recursos. El gobierno estatal, que había apostado fuertemente por la electromovilidad, no ha logrado cumplir con las expectativas que creó, dejando a la ciudadanía con un sabor amargo por las promesas incumplidas.

Proyectos fallidos y falta de visión

Nuevo León se había propuesto ser la vanguardia en el uso de tecnologías limpias, especialmente en lo que respecta a la electromovilidad, un campo que parecía de gran potencial tanto para la economía local como para el medio ambiente. Sin embargo, los proyectos estrella, como la instalación de la planta de Tesla y la llegada de BYD, se han esfumado debido a una combinación de factores políticos, económicos y estratégicos. Tesla, que en un principio había confirmado su inversión en el estado, detuvo sus planes tras un recorte global de inversiones y la incertidumbre económica derivada de la política exterior, especialmente con los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump. Por su parte, BYD, uno de los fabricantes más importantes de vehículos eléctricos a nivel mundial, también desmintió la llegada de su planta a Nuevo León, después de que el gobierno estatal lo anunciara de manera oficial, creando una falsa ilusión de progreso en la industria de la movilidad eléctrica.

A pesar de estas cancelaciones, el gobierno de Nuevo León siguió adelante con sus planes de modernización del transporte urbano. Sin embargo, la adquisición de 1,500 nuevos camiones para la ciudad, que se presentaron como parte de la solución para mejorar la movilidad, no cumplió con las expectativas. Estos vehículos, que en teoría debían ser eléctricos, en realidad funcionan con gas natural y diésel, lo que contradice completamente las promesas de sustentabilidad y reducción de emisiones contaminantes. Esto pone en duda la verdadera intención del gobierno de avanzar hacia la electromovilidad, dado que los avances tecnológicos se ven reducidos a vehículos de combustibles fósiles, muy alejados de la visión de un estado líder en energías limpias.

¿Por qué no se cumplieron las promesas de electromovilidad?

El incumplimiento de las promesas de electromovilidad en Nuevo León plantea serias preguntas sobre las prioridades y la gestión del gobierno estatal. A pesar de contar con el respaldo de importantes iniciativas globales y un discurso centrado en el futuro sostenible, la falta de acciones concretas ha llevado a muchos a preguntarse si hubo realmente un compromiso con la sostenibilidad. La falta de inversiones clave, como las de Tesla y BYD, combinada con la compra de camiones que no cumplen con los estándares ecológicos prometidos, ha dejado a muchos ciudadanos y organizaciones medioambientales decepcionados.

Los proyectos de movilidad eléctrica no solo eran una promesa para el medio ambiente, sino también una oportunidad para mejorar la calidad del aire y reducir la huella de carbono del estado. Pero la falta de una estrategia clara, la gestión ineficaz de los recursos y la paralización de obras esenciales han retrasado cualquier avance significativo. La falta de camiones eléctricos en las compras recientes es un reflejo claro de la desconexión entre los objetivos de sustentabilidad y las decisiones prácticas tomadas por el gobierno estatal. Los recursos destinados para estos proyectos, en lugar de ser utilizados en iniciativas que realmente cambien la manera en que los ciudadanos de Monterrey y de otras ciudades de Nuevo León se movilizan, se han desviado hacia otros gastos, manteniendo a la ciudad atrapada en el mismo ciclo de contaminación y dependencia de combustibles fósiles.

El sueño de la electromovilidad en Nuevo León no solo refleja la falta de ejecución por parte de las autoridades estatales, sino también una grave falta de visión para el futuro. Los habitantes del estado, que confiaron en las promesas de un cambio hacia un transporte más limpio y sostenible, se han quedado con la incertidumbre de lo que podría haber sido. A pesar de las inversiones iniciales y el optimismo, la realidad de los camiones diésel y gas natural es un golpe duro para aquellos que esperaban ver un cambio real hacia la electromovilidad. ¿Cuál será el futuro de Nuevo León en términos de sostenibilidad y transporte limpio?

Array
Close