La calidad del aire en Nuevo León sigue siendo un problema crítico de salud pública. Durante 2024, los casos de enfermedades relacionadas con la contaminación atmosférica aumentaron significativamente, afectando principalmente a mujeres y destacando la necesidad urgente de acciones concretas para mitigar el impacto de la contaminación en la población.
Aumento de enfermedades vinculadas a la contaminación
Según datos federales, la mala calidad del aire en Nuevo León ha generado un aumento considerable en enfermedades como la otitis media aguda, que registró un alza del 33.12% respecto al año anterior. También se reportó un incremento del 14.62% en los casos de conjuntivitis y del 3.91% en infecciones respiratorias agudas. Estas cifras reflejan la creciente incidencia de padecimientos que afectan principalmente al sistema respiratorio y que están directamente relacionadas con el deterioro de las condiciones ambientales.
Más de la mitad de los casos registrados corresponde a mujeres, quienes han sido las principales afectadas por estos problemas de salud. Este dato pone de manifiesto que las consecuencias de la contaminación no solo afectan al medio ambiente, sino que impactan gravemente a las comunidades más vulnerables, especialmente a sectores de la población con mayor exposición.
A pesar de estas alarmantes cifras, el gobierno estatal no ha reconocido plenamente el problema como una crisis de salud pública. La falta de estrategias claras para abordar la calidad del aire sigue siendo una asignatura pendiente para las autoridades locales, mientras los datos federales continúan revelando la gravedad de la situación.
Impacto en la salud pública y falta de acción
El incremento de estas enfermedades no solo afecta la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también representa una carga para el sistema de salud de Nuevo León. Hospitales y clínicas han reportado un aumento en la atención a pacientes con padecimientos respiratorios, conjuntivitis y otros problemas relacionados, lo que subraya la necesidad de implementar políticas ambientales más estrictas para reducir los niveles de contaminación.
Expertos en salud pública han señalado que la contaminación del aire en la entidad está directamente relacionada con actividades industriales, tráfico vehicular y la quema de combustibles fósiles. Aunque se han anunciado iniciativas para mejorar la calidad del aire, los resultados han sido limitados y las comunidades continúan enfrentando las consecuencias.
El gobierno estatal enfrenta críticas por no asumir un papel más proactivo en la resolución de esta crisis. A pesar de que las autoridades federales han proporcionado datos claros sobre el aumento de enfermedades, la respuesta a nivel local ha sido insuficiente. Es imperativo que se reconozca la contaminación como una prioridad de salud pública y se implementen medidas urgentes para proteger a la población.
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