La policía estatal enfrenta un nuevo escándalo tras confirmarse que un elemento involucrado en un accidente mortal en Monterrey se encuentra prófugo en Veracruz. De acuerdo con las autoridades, el agente, acusado de atropellar y causar la muerte de un ciclista, abandonó el estado con su arma de cargo, lo que ha intensificado las críticas sobre la capacidad de las instituciones para garantizar la justicia.
El hecho, ocurrido en la avenida Ruiz Cortines, dejó un profundo malestar entre la población y reavivó cuestionamientos sobre la transparencia y el manejo de casos donde están implicados agentes estatales. Pese a que el responsable ha sido plenamente identificado por la Fiscalía, hasta el momento no se ha logrado su detención, lo que alimenta las percepciones de impunidad.
Elemento prófugo en Veracruz
Según los reportes oficiales, el accidente se registró la noche del domingo en la colonia Victoria. Testigos señalaron que el ciclista circulaba de forma regular cuando fue embestido por la unidad conducida por el policía. Tras el impacto, el elemento descendió del vehículo, pero en lugar de brindar auxilio, se retiró rápidamente del lugar.
Días después, la Fiscalía General de Justicia del Estado confirmó que el agente huyó rumbo a Veracruz, llevándose consigo su arma de cargo. Este detalle ha generado mayor preocupación, ya que pone en evidencia que el uniformado no solo evade su responsabilidad penal, sino que lo hace estando armado.
La autoridad estatal señaló que se ha emitido una orden de aprehensión y se trabaja en coordinación con otras entidades para dar con su paradero. Sin embargo, hasta el momento, no hay resultados positivos en su localización.
Un policía de Fuerza Civil, acusado de arrollar y matar a un ciclista el domingo en Ruiz Cortines, escapó a Veracruz con su arma de cargo. La Fiscalía ya lo tiene identificado, sin embargo todavía sigue libre.
— Justicia Regia (@Justicia_Regia) August 14, 2025
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Críticas a la policía estatal
Este caso ha detonado un intenso debate en torno a la eficacia de Fuerza Civil y a la respuesta del gobierno estatal frente a conductas graves cometidas por sus propios elementos. Organizaciones ciudadanas y colectivos ciclistas han exigido que se actúe con la misma rapidez que se utiliza en casos donde los responsables no son integrantes de corporaciones policiales.
Además, se cuestiona cómo fue posible que el agente pudiera salir de Nuevo León sin ser interceptado, considerando que ya existía información sobre su implicación en un delito grave. Algunos críticos sostienen que este tipo de episodios socavan la confianza ciudadana en las instituciones de seguridad.
En paralelo, se han convocado manifestaciones para exigir justicia y para visibilizar los riesgos que enfrentan los ciclistas en una ciudad donde, según estadísticas, la infraestructura vial no garantiza su protección.
El silencio oficial
A pesar de la gravedad de los hechos, el gobierno estatal ha evitado dar declaraciones amplias sobre el caso. La falta de información oficial ha sido interpretada por algunos como un intento de minimizar el tema y evitar un mayor desgaste político. No se han revelado datos como el nombre completo del policía, lo que para varios sectores representa una falta de transparencia.
Este silencio contrasta con la expectativa ciudadana de respuestas claras y acciones contundentes para garantizar que ningún elemento de seguridad quede por encima de la ley. En redes sociales, el tema ha generado indignación y múltiples mensajes que exigen que el responsable enfrente las consecuencias de sus actos.
Por su parte, la Fiscalía ha reiterado que la investigación sigue abierta y que el objetivo es asegurar que el policía sea detenido para enfrentar un proceso judicial.
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