Toluca consumó una de las remontadas más significativas del torneo Clausura 2025 al imponerse 2-1 a los Rayados de Monterrey en el estadio Nemesio Diez, con lo que avanzaron a las semifinales gracias al criterio de mejor posición en la tabla, luego de un empate global 4-4. Lo hicieron con el respaldo ferviente de su afición, que convirtió el estadio en un auténtico infierno para el rival, y con un plantel que respondió en los momentos clave, incluso jugando en desventaja numérica durante más de 70 minutos.
La clasificación tuvo tintes épicos no sólo por el marcador, sino por el contexto: Helinho fue expulsado apenas al inicio del primer tiempo, dejando a los Diablos con diez hombres desde temprano. Sin embargo, la adversidad no hizo sino despertar la mejor versión del equipo local, encabezada por un Alexis Vega encendido y un Paulinho que apareció en el momento justo.
La eliminación deja al Monterrey sumido en una nueva crisis, y se espera que su técnico, Martín Demichelis, deje la institución tras este tropiezo, en un torneo donde las expectativas eran altas por la inversión y el plantel millonario que tiene la escuadra regiomontana.
Vega lidera en momento decisivo
La reacción de Toluca tras la expulsión de Helinho fue inmediata. En lugar de replegarse, Antonio Mohamed ajustó su estrategia para aprovechar la velocidad y calidad de Alexis Vega. El delantero mexicano respondió con creces: al minuto 30, marcó el primer gol del encuentro luego de una gran jugada individual en la que logró evadir la marca de los defensores albiazules y vencer a Esteban Andrada.
Vega no sólo abrió el marcador, también encendió al estadio y reforzó la creencia en que la remontada era posible. A pesar de tener un jugador menos, los Diablos mantuvieron la intensidad, apoyados en el empuje de su tribuna y en una ejecución táctica precisa. La apuesta por balones largos para sorprender a la defensa rival fue efectiva. Monterrey no logró ajustarse nunca a las condiciones del partido ni a la presión del entorno.
El tanto de Vega confirmó que, en las fases decisivas, las individualidades pueden marcar la diferencia, pero también que la determinación colectiva es clave. Toluca supo leer el momento emocional del partido y capitalizarlo, mientras que Rayados se mostró inestable y sin capacidad de reacción ante la presión.
Monterrey fracasa pese a su inversión
Monterrey llegaba a la liguilla con una etiqueta clara: era uno de los grandes favoritos al título. Su plantilla, una de las más caras del fútbol mexicano, estaba llena de nombres internacionales, experiencia y poder ofensivo. Sin embargo, una vez más quedó demostrado que el dinero no asegura triunfos.
El gol del empate parcial lo marcó Roberto de la Rosa, joven mexicano que devolvió la esperanza momentánea a la Pandilla al minuto 48. Fue el único momento de claridad para los visitantes, quienes no supieron aprovechar la superioridad numérica ni mostraron cohesión como equipo. El desorden defensivo fue notorio en todo momento, tanto en la ida como en la vuelta, y Toluca explotó esas deficiencias con inteligencia.
La debilidad de Rayados en jugadas a balón parado fue expuesta repetidamente, y terminó siendo fatal. En ambas partes de la serie, los de Demichelis concedieron oportunidades claras en estas situaciones, y en esta ocasión, Paulinho sentenció el partido con un cabezazo dentro del área al 68’, completamente sin marca.
El resultado no solo eliminó al Monterrey, también puso en entredicho el proyecto deportivo del club. La falta de resultados, pese a los millonarios recursos invertidos, ha generado un creciente descontento entre la afición y analistas deportivos.
Toluca sueña con la onceava estrella
El ambiente en el Nemesio Diez fue de euforia al término del encuentro. La afición escarlata, que no dejó de alentar a su equipo pese a la adversidad, vio recompensado su apoyo con una victoria que quedará en la memoria como una de las más emocionantes de los últimos torneos. La remontada no sólo significó el pase a semifinales; también simbolizó un renacer para un club que ha vivido varias eliminaciones dolorosas en los últimos años.
Con la clasificación asegurada, Toluca se perfila como un serio aspirante al título. Mohamed y su cuerpo técnico han logrado consolidar un estilo de juego agresivo, vertical y con una gran capacidad de adaptación, como lo demostraron al sobreponerse a la expulsión y al gol rival.
El sueño de conquistar la estrella número 11 está más vivo que nunca, y con figuras como Vega y Paulinho en gran forma, el equipo escarlata se presenta como uno de los rivales más peligrosos para cualquier semifinalista. La comunión entre afición y jugadores fue evidente, y ahora Toluca buscará canalizar esa energía para seguir avanzando en la fase final.
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