En medio de la polémica generada por el reciente aumento en la tarifa del transporte público en Nuevo León, el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera, hizo un llamado a las autoridades locales para que escuchen las demandas de los ciudadanos y trabajen en la mejora del servicio. En su mensaje dominical, Cabrera expresó su preocupación por los efectos que el incremento en el costo del transporte podría tener en la población, especialmente en los sectores más vulnerables.
El arzobispo reconoció que la situación económica de los regiomontanos no es la más favorable para enfrentar estos ajustes en el costo del transporte, que ha dejado a muchas personas con una carga económica adicional. Desde su posición religiosa, Cabrera destacó que ha estado al tanto de los reclamos de los habitantes de la ciudad, quienes se han manifestado en contra del aumento en las tarifas, particularmente en las rutas exprés, cuyo costo pasó de 13 a 15 pesos.
Con la intención de hacer conciencia sobre el impacto de este incremento, Cabrera pidió a las autoridades que no solo escuchen a los ciudadanos, sino que también tomen medidas para evitar que el alza tarifaria siga afectando de manera desproporcionada a las personas que dependen del transporte público para trasladarse por la ciudad.
El aumento en las tarifas ha sido especialmente duro para aquellos que utilizan varias rutas de camiones al día. Para muchas personas, que necesitan tomar hasta cuatro camiones para poder desplazarse de un punto a otro, la subida en los costos representa una carga adicional en sus gastos mensuales. Cabrera subrayó la importancia de hacer un balance entre las necesidades del servicio de transporte y la capacidad económica de los usuarios, para que estos aumentos no se conviertan en una carga insostenible para la población.
Aumento en tarifa de transporte exprés
Una de las principales medidas que ha generado controversia es el incremento en la tarifa de las rutas exprés. Este aumento ha sorprendido a muchas personas, ya que el costo del servicio pasó de 12 a 15 pesos, lo que representa un incremento de un 25% en el costo del pasaje.
El incremento en las tarifas afecta principalmente a quienes utilizan estas rutas exprés para desplazarse de un punto a otro en la ciudad, ya que los usuarios deben pagar más por un servicio que, según ellos, no siempre justifica la diferencia en el precio. Además, los transportistas también han implementado nuevas normativas que afectan tanto a los conductores como a los usuarios del servicio.
Este aumento no ha sido bien recibido por todos los habitantes de Monterrey, quienes han expresado su descontento a través de diferentes canales, incluyendo redes sociales y protestas. Muchas de las quejas apuntan a que, si bien el costo de la vida ha aumentado, los salarios no han acompañado este crecimiento, lo que genera una situación de desajuste económico para aquellos que dependen del transporte público.
El arzobispo Cabrera ha sido uno de los líderes que ha dado voz a estos reclamos, resaltando la importancia de que el gobierno y las autoridades competentes consideren las dificultades económicas de la población antes de implementar aumentos en los servicios esenciales. Para Cabrera, los incrementos en las tarifas no solo deben basarse en las necesidades del servicio, sino también en la capacidad de pago de los usuarios.
Nueva normativa para transportistas y usuarios
Aparte del aumento en la tarifa, los transportistas también enfrentan una serie de cambios en la regulación del servicio de transporte público en la ciudad. A partir de la nueva normativa, los transportistas que decidan adherirse a las rutas exprés integradas deben cumplir con ciertos requisitos establecidos por el gobierno local y el Instituto de Movilidad y Accesibilidad de Nuevo León.
Uno de los requisitos más importantes para los transportistas es la implementación de un sistema de pago electrónico. Los camiones que operen bajo el modelo de rutas exprés deberán instalar validadores que permitan a los usuarios pagar su pasaje a través de medios electrónicos como la tarjeta Me Muevo o el código QR, disponible en la aplicación Urbani. Esta medida busca modernizar el sistema de pago y eliminar el uso del efectivo, lo que a su vez pretende hacer más eficiente el proceso de cobro, además de reducir la exposición a robos y mejorar la seguridad de los usuarios.
El cambio hacia un sistema de pago electrónico también se acompañará de una revisión técnica de los vehículos. Los transportistas deberán someter sus unidades a una revista físico-mecánica para garantizar que los camiones estén en condiciones adecuadas de funcionamiento, lo que beneficiará tanto a los usuarios como a los conductores. Estos cambios en la normativa tienen como objetivo mejorar la calidad del servicio, pero también representan un desafío para los transportistas, que deberán adaptarse a las nuevas exigencias.
Además de la implementación del sistema de pago electrónico, los transportistas deberán cumplir con un programa de operación que será entregado por el Instituto de Movilidad. Este programa especificará los horarios y las frecuencias de paso de los camiones.
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