¡Impactante! En un episodio que parece sacado de una película de horror, Humberto V.S, un joven estudiante del Tec Milenio de tan solo 22 años, fue brutalmente arrancado de los brazos de su familia en Ciénega de Flores. Hombres armados, en una demostración de violencia y audacia que ha dejado a la comunidad con el corazón en un puño, invadieron su hogar y se lo llevaron sin más. ¿Cómo es posible que esto suceda en nuestras propias casas? ¿Dónde están las autoridades cuando se les necesita?
Un Rescate que Deja Muchas Preguntas
Después de un mes de incertidumbre y dolor, Humberto fue finalmente localizado en Anáhuac, gracias a un operativo que, aunque exitoso, llega demasiado tarde para calmar el miedo de los ciudadanos. La Fiscalía Antisecuestros, junto con varios cuerpos de seguridad, orquestaron el rescate en la Laguna de la Salinilla, pero, ¿y las arrestos? ¡Ni una sola detención! Este “éxito” deja un sabor amargo cuando pensamos en la seguridad de nuestros hijos.
Samuel García: ¿Gobernador o Espectador?
Bajo la administración de Samuel García, Nuevo León se ha convertido en el escenario de una película de terror, donde los secuestros en domicilios particulares están a la orden del día. ¿Está el gobernador más interesado en las cámaras que en la seguridad de sus electores? Este incidente no es más que un reflejo del colapso total de la estrategia de seguridad en el estado. ¡Exigimos más que promesas vacías!
Investigaciones en Proceso, ¿Pero a Qué Costo?
La Fiscalía asegura que la investigación continúa. Sin embargo, ¿cuántos Humbertos más deben sufrir antes de que se tome acción real? La ineficacia en la prevención y en la persecución del crimen organizado es alarmante. Nos preguntamos: ¿Cuánto tiempo más estaremos bajo la sombra de la inseguridad?
Aunque Humberto ha vuelto a casa, ¿qué secuelas quedan en él y en su familia después de este traumático evento? El impacto psicológico de un secuestro no es algo que se resuelve con un simple “todo está bien”. La comunidad necesita respuestas, apoyo continuo y, sobre todo, resultados que aseguren que esto no volverá a suceder.
Conclusión: ¡Basta Ya!
Los ciudadanos de Nuevo León están hartos. Los titulares de rescates no deben ocultar la realidad de una región donde la inseguridad reina con impunidad. Es tiempo de que el gobernador y las autoridades den un golpe en la mesa y demuestren que están a la altura del cargo que ocupan. ¡No más terror, no más miedo!
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