Nuevo León se ha consolidado como la entidad más endeudada de México, con una suma récord de 106,930 millones de pesos al cierre del primer trimestre de 2024, según datos de la Secretaría de Hacienda. Esta cifra coloca al estado por encima de la Ciudad de México, que ocupa el segundo lugar con 100,007 millones de pesos. Además, Nuevo León registra el mayor endeudamiento per cápita del país, con un promedio de 18,070 pesos por habitante, lo que refleja el peso financiero que enfrentan sus ciudadanos.
El endeudamiento de Nuevo León representa el 79.9% de sus ingresos totales, un porcentaje que triplica el promedio subnacional de 21.2%. Este panorama financiero plantea preguntas sobre la sostenibilidad de la deuda y las políticas de manejo fiscal del estado, que parecen estar generando un impacto significativo tanto en términos absolutos como relativos.
Comparativa con otras entidades
La Ciudad de México, aunque en segundo lugar, presenta cifras significativas, con un aumento del 48% en su deuda en comparación con el cierre de 2023, cuando registraba 97,559 millones de pesos. En términos per cápita, la deuda de la capital pasó de 10,994 a 16,318 pesos en el primer trimestre de 2024, lo que refleja un crecimiento preocupante.
El Estado de México se encuentra en el tercer puesto con 67,447 millones de pesos, seguido por Chihuahua con 53,066 millones y un endeudamiento per cápita de 13,789 pesos. Coahuila ocupa el quinto lugar, con 38,257 millones de pesos y un promedio per cápita de 11,099 pesos. En este contexto, Nuevo León no solo lidera la lista, sino que también resalta como el estado con el mayor impacto financiero directo sobre sus habitantes.
Justificación del endeudamiento
El gobierno de Nuevo León ha defendido su nivel de endeudamiento argumentando que gran parte de los recursos se han destinado a inversiones estratégicas. Durante la primera mitad de su gestión, la administración estatal reporta haber invertido 58,315 millones de pesos en infraestructura y desarrollo, una cifra 135% mayor a la de la administración anterior y 83% superior al promedio de los últimos tres gobiernos.
Estas inversiones, según las autoridades, han sido clave para mejorar la calidad de vida de los nuevoleoneses y fomentar el crecimiento económico. Sin embargo, el costo asociado a estas acciones genera inquietud entre analistas, quienes señalan la necesidad de equilibrar las prioridades de desarrollo con la sostenibilidad financiera del estado.
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Retos financieros para el futuro
El alto nivel de endeudamiento de Nuevo León no solo refleja su compromiso con el desarrollo, sino también los retos que enfrenta en términos de sostenibilidad financiera. Con un servicio de deuda que representa una proporción considerable de sus ingresos, el margen para nuevas inversiones en áreas prioritarias, como salud y seguridad, se ve reducido.
El gobierno estatal ahora debe enfocarse en implementar estrategias de gestión financiera más robustas para garantizar que la deuda no limite su capacidad de crecimiento a largo plazo. La situación actual de Nuevo León sirve como un recordatorio de la importancia de equilibrar la inversión en infraestructura con una administración fiscal responsable, asegurando que el progreso no comprometa la estabilidad económica futura del estado.
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