Nuevo León retrasa entrega de camiones nuevamente
El plan del Gobierno de Nuevo León para renovar el transporte público con 2,000 nuevos camiones ha enfrentado un nuevo aplazamiento. Las unidades, que inicialmente se entregarían entre enero y julio del próximo año, ahora tienen como plazo de llegada entre marzo y septiembre de 2025. Este cambio se debe a ajustes en el proceso de licitación, que comenzó en junio y ha experimentado múltiples retrasos, dejando a los usuarios del transporte en espera de mejoras prometidas.
Licitación enfrenta ajustes y plazos incumplidos
La licitación para los nuevos camiones ha sido objeto de al menos cinco ajustes desde su lanzamiento. Las empresas interesadas, como Volvo Group México y Sinomex Trading Company, argumentaron que los tiempos iniciales propuestos por el Gobierno eran inviables, lo que obligó al Instituto de Movilidad a solicitar propuestas de entrega más realistas. Ahora, las compañías tienen hasta el 11 de diciembre para presentar sus calendarios definitivos, mientras la adjudicación final carece de una fecha definida.
El objetivo de este proyecto es aliviar los problemas crónicos del transporte público en la entidad, como largas filas, tiempos de espera excesivos y saturación en las unidades existentes. Sin embargo, los constantes retrasos en el proceso han generado críticas hacia la administración estatal, que no ha logrado cumplir los plazos anunciados. Además, se espera que la incertidumbre en torno a la licitación prolongue aún más la implementación de estas mejoras.
Impacto en los usuarios y promesas incumplidas en Nuevo León
La demora en la entrega de los camiones afecta directamente a miles de personas que dependen del transporte público para sus actividades diarias. Aunque el Gobierno ha destacado que los nuevos camiones, sumados a los 1,800 adquiridos en los primeros tres años de la actual administración, ayudarán a resolver los problemas del sistema, la espera prolongada sigue siendo un obstáculo.
El proyecto busca no solo mejorar la calidad del transporte, sino también garantizar una flotilla suficiente para atender la demanda. Sin embargo, los retrasos han generado dudas sobre la capacidad de la administración estatal para cumplir con sus compromisos y manejar eficientemente los recursos públicos. La falta de avances concretos ha incrementado la presión sobre el Gobierno para acelerar el proceso y ofrecer soluciones a corto plazo.
El plan del Gobierno de Nuevo León para renovar el transporte público con 2,000 nuevos camiones ha enfrentado un nuevo aplazamiento. Las unidades, que inicialmente se entregarían entre enero y julio del próximo año, ahora tienen como plazo de llegada entre marzo y septiembre de 2025. Este cambio se debe a ajustes en el proceso de licitación, que comenzó en junio y ha experimentado múltiples retrasos, dejando a los usuarios del transporte en espera de mejoras prometidas.
Licitación enfrenta ajustes y plazos incumplidos
La licitación para los nuevos camiones ha sido objeto de al menos cinco ajustes desde su lanzamiento. Las empresas interesadas, como Volvo Group México y Sinomex Trading Company, argumentaron que los tiempos iniciales propuestos por el Gobierno eran inviables, lo que obligó al Instituto de Movilidad a solicitar propuestas de entrega más realistas. Ahora, las compañías tienen hasta el 11 de diciembre para presentar sus calendarios definitivos, mientras la adjudicación final carece de una fecha definida.
El objetivo de este proyecto es aliviar los problemas crónicos del transporte público en la entidad, como largas filas, tiempos de espera excesivos y saturación en las unidades existentes. Sin embargo, los constantes retrasos en el proceso han generado críticas hacia la administración estatal, que no ha logrado cumplir los plazos anunciados. Además, se espera que la incertidumbre en torno a la licitación prolongue aún más la implementación de estas mejoras.
Impacto en los usuarios y promesas incumplidas
La demora en la entrega de los camiones afecta directamente a miles de personas que dependen del transporte público para sus actividades diarias. Aunque el Gobierno ha destacado que los nuevos camiones, sumados a los 1,800 adquiridos en los primeros tres años de la actual administración, ayudarán a resolver los problemas del sistema, la espera prolongada sigue siendo un obstáculo.
El proyecto busca no solo mejorar la calidad del transporte, sino también garantizar una flotilla suficiente para atender la demanda. Sin embargo, los retrasos han generado dudas sobre la capacidad de la administración estatal para cumplir con sus compromisos y manejar eficientemente los recursos públicos. La falta de avances concretos ha incrementado la presión sobre el Gobierno para acelerar el proceso y ofrecer soluciones a corto plazo.
Array